La cata con 4 master of wine en la BWW 2023 estuvo precedida de una breve charla donde los ponientes intercambiaron experiencias y explicaron brevemente su trayectoria y la influencia que había tenido el título de Master of Wine en su carrera.
Moderados por Alvaro Ribalta, tuvimos el lujo de ver y escuchar a Fernando Mora (Bodegas Frontonio), Norrel Robertson (El Escocés Volante) y Andreas Kubach (Bodegas Bideona), con el añadido y gran gancho de una cata de seis vinos de estos tres elaboradores que son a la vez Master of Wine.
Fernando Mora se presentó com un defensor de la capacidad de la garnacha de dar grandes vinos en viñedos de altura, normalmente de mucha edad. Fan absoluto de la garnacha, como Norrel, probablemente dos de los más destacados especialistas en esta variedad que hay en España (con permiso, entre otros, de Alvaro Palacios, por supuesto).
Fernando se sacó el MW muy pronto, al tiempo que iniciaba su fascinante aventura en Frontonio, sin duda una de la bodegas más imprescindibles que conozco, y que compaginaba pues con sus estudios, hecho que valoró como muy positivo ya que una cosa le ayudaba con la otra y viceversa. El MW le dió mucha visibilidad y credibilidad, le ayudó muchísimo en su proyección. Norrel cree que a él también, aunque en el momento de establecerse en España ya llevaba un buen carrerón a sus espaldas pero sin haber iniciado aún ningún proyecto propio, hecho que hizo a partir de descubrir la garnacha de Calatayud. Robertson piensa que el MW te da herramientas para ser más crítico con tus vinos y te da ayuda a tener más visibilidad. Por su lado, Andreas Kubach (25 años ya trabajando en España) cree que el MW fue como una consolidación de su trayectoria. Enamorado de la Rioja, ha conseguido por fin tirar adelante un proyecto con el que se siente realmente a gusto y que representa la culminación de quince años de estudios.
Una de las muchas cosas que tienne en común, por cierto, estos tres elaboradores MW es que empezaron todos de cero, sin ningún tipo de background familiar vinícola. Fernando destacó al respecto que la principal desventaja de ello es el factor económico: no tienes viñedos, ni clientes, ni dinero, ni tampoco credibilidad porque nadie te conoce. En este último punto el MW le ayudó sin duda a ganar muchos puntos de golpe. Norrel piensa que se tiene menos presión y Andreas, después de haber gestionado bodegas familiares y no familiares se inclina por decir que sin familia detrás hay más libertad, sobretodo creativa, y opinó que algunos de los mejores vinos de España se hacen en bodegas familiares, pero la mayoría de los peores vinos españoles se hacen precisamente en este tipo de bodegas.
No había mucho tiempo para más ya que había que catar seis vinos…
Empezó Fernando con una de sus grandes bazas, tanto a nivel de carta de presentación de sus vinos como que le sirve de modelo sobre el que se asientan la mayoría de ellos. El “Supersónico” es una garnacha muy fresca, la demostración de que se pueden hacer garnachas frescas en Aragón; partepor la utilización del raspón, parte porque se utilizan uvas recogidas a 1030 metros de altura. Criado en fudres y toneles, maceración de entre 60 y 70 días, tiene además una excelente relación calidad/precio.
“Las Alas de Frontonio” es lo que sería el equivalente a un “Grand Cru” francés, un vino de una sola parcela, La tejera, superlativo, uno de sus tintos “tops”. Criado en fudre, 90 dias de maceración, ofrece notas de tomillo, hojas de té y pétalos de rosas mientras que en boca se muestra cítrico y muy largo. Una maravilla.
Norrel se presentó con sus espectaculares novedades, dos tintos parcelarios deslumbrantes que son desde ya sus mejores vinos, casi diría que pasando por encima del “El Cismático”, su tinto más celebrado hasta el momento. Este título se lo van a disputar a partir de ahora el “Mataquemada” y el “Valdelabarga”, el primero más directo, fino e inmediato y el segundo más goloso, redondo, paciente, con más musculo y estructura. “Mataquemada” viene de una parcela en Torrijos de la Cañada a 1050 metros de altitud en un suelo pizarroso. Fermentado en tinas abiertas con el 40% del raspón y criado sobre sus lias durante 12/13 meses en huevos de cemento. El resultado es un vino muy floral, fino, cítrico, largo y muy especial. Un favorito desde ya mismo, mientras que “Valdelabraga”, otra garnacha (85%, el resto un compendio de diferentes variedades) esta vez criada en barricas de 500 litros, mucha fruta negra, envolvente, aterciopelado, potente, se vislumbra como un vino al que hay que darle un poco más de tiempo en la copa. El primero para un chuletón, el segundo para un rabo de toro.
Los vinos de Andreas Kubach, con bodega en Villabuena de Alava, tienen el inconfundible aroma de la Rioja pero mirando al futuro. De composición y elaboración muy parecidos, les diferencia básicamente el viñedo. El de L4GD4 se encuentra en Laguardia y es más clásico, mientras que S4MGO lo localizamos en Samaniego, al pie de Sierra Cantabria, y es más fresco. Ambos con el 90% de tempranillo, y con crianzas en inox y barricas de roble nuevo. A seguirle la pista.